Imagen basada en esta otra vista en Pinterest

Como lo hicimos el año pasado, este año también incluiremos en Lo Mejor del Infoactivismo Latinoamericano, una categoría terrible pero necesaria: el “infoactivismo” del lado oscuro.

¿Por qué hicimos semejante cosa? No, no se trata de premiar los esfuerzos antiderechos, sino reconocer que en algunos casos logran una gran efectividad comunicativa de la que bien podríamos aprender un par de cosas.

«Activismo», pero en el lado oscuro de la fuerza

Las tácticas de comunicación como las entendemos son los medios para alcanzar un fin, al que llamamos objetivo de cambio social. Sin embargo, éste puede ser progresista o regresivo. En este sentido, podemos reconocer que su efectividad es algo relativamente independiente de los fines que buscan.

¿Cómo las causas antiderechos han logrado comunicarse y reavivarse?

Por desagradable que pueda parecernos al inicio, no podemos seguir ignorando el elefante en la habitación. Así como existen activistas que buscan expandir la influencia de los derechos humanos, también existen movimientos y organizaciones que buscan, no solamente frenar su avance, sino revertirlo (los regres, si les devolvemos la cortesía). Y lo peor del asunto para quienes suscribimos una agenda en pro de los derechos humanos es que algunos de estos grupos regres promueven sus causas de formas muy efectivas.

Y sí, alguien podría objetar: «¡oye, pero muchas de sus tácticas comunicativas son poco éticas, porque hacen uso de información falsa y de manipular emocionalmente a la gente, incluso incitando al odio!«. Y sí, lo tenemos muy en cuenta (hasta podríamos dedicar un post exclusivamente a ello, en el futuro) pero en esta ocasión nos interesa exponer a las tácticas antiderechos que sí buscan parecerse a las que usan las organizaciones de derechos humanos. Por ejemplo: hacen campañas, juntan firmas, articulan demandas de cambio ante la sociedad y ante tomadorxs de decisiones, establecen redes de difusión y en sus mensajes apelan a las emociones de las audiencias para lograr convencerlas de apoyar una serie de ideas y demandas de su movimiento. Además, con frecuencia sus discursos también se amoldan a los discursos ya posicionados por los movimientos por los derechos humanos.

La ganadora de este año: Película Unplanned

Es la película ‘Inesperado’ (en inglés: Unplanned, un claro guiño contra la organización Planned Parenthood) cuya narrativa se centra en contar la historia de una mujer que solía trabajar en una clínica de salud sexual pero luego de ver un aborto se arrepiente y se convierte a la causa pro-vida.

Campaña de impacto

Una campaña de impacto es una campaña de comunicación ligada con el lanzamiento de un documental con temática social (acá una breve reseña de The Impact Guide & Toolkit y otros recursos, una guía dedicada únicamente a este tema). Si bien, en el caso de esta película no podemos clasificarla como documental, pues se trata de una ficción dramatizada basada en «hechos reales», podemos notar que la campaña de incidencia antiderechos que se desarrolló a la par de su estreno en salas de cine en México tuvo un alcance que nos gustaría ver en las causas que están a favor de los derechos humanos.

https://twitter.com/Inesperado_mx/status/1186712490987515905

Aunque no logró una prolongada estancia en carteleras, al menos las funciones de los primeros días contaron un un número nada despreciable de asistentes.

https://twitter.com/Inesperado_mx/status/1188214336197742593

La viabilidad económica de la cinta muy probablemente era un objetivo prioritario. Hablando muy francamente: de nada te sirve gastar millones en hacer una película, si no tienes una estrategia para movilizar a la gente para ir a verla. Una vez recuperada la inversión, todo lo demás es ganancia.

https://twitter.com/Inesperado_mx/status/1189389555033468928

Narrativa emocional y sencilla

Algo que salta a la vista es que toda causa, más que comunicarse a través de un conjunto de datos, se comunica a través de historias (hablamos un poco de ello aquí: Storytelling para el cambio social). Los datos son útiles para reforzar narrativas, pero debido a los inherentes sesgos cognitivos que tenemos los seres humanos, no bastan por sí mismos para lograr que la gente cambie actitudes y percepciones sobre un tema donde la narrativa ya le ha convencido. Es fuerte, pero hay que asumirlo: los datos no son suficientes para desmontar una narrativa basada en información falsa.

Dentro del ecosistema de organizaciones que promueven la cultura de los derechos humanos es urgente preguntarnos honestamente por la efectividad de nuestras narrativas y las emociones que despiertan. ¿La narrativa pro derechos humanos está funcionando para construir el cambio social que queremos ver? ¿estamos logrando conectar con las personas no convencidas? ¿no sólo no está funcionando, sino que a veces despierta resistencias importantes?

https://www.facebook.com/movistar.ancash.Peru.1/videos/408091380056324/?v=408091380056324

Sin entrar en detalles sobre por qué la apelación emocional de esta película es extremadamente efectiva con su audiencia (y pese a que pueden hacerse contundentes críticas a su veracidad y verosimilitud) cabe insistir en que hay que tener cuidado con este tipo de materiales, pues sabemos que operan en al menos dos niveles: el emocional y el racional. Una contestación efectiva (si queremos hacerla) debe atender tanto a su forma como al fondo de su discurso. Un primer paso para empezar a trabajar en neutralizarlas es entender cuáles son estas tácticas, por qué funcionan y qué podemos hacer para combatir esa efectividad.

Refrescar el tono para ganarse a las audiencias jóvenes

Hace algún tiempo hablábamos de cómo saber si tu campaña es chavorruca, porque notamos que para hacer campañas para públicos jóvenes, no basta con fingir un tono jovial. Al menos una parte de los movimientos antiderechos ha aprendido la lección y ha procurado refrescar su tono y sus actividades.

Aquí probablemente tenemos una pista de por qué una parte importante de sus audiencias jóvenes se moviliza en torno a los memes y otras expresiones propias de la cultura digital que, hay que decirlo, con frecuencia caen en la cultura del trolleo agresivo, las expresiones discriminatorias y los discursos de odio. Las plataformas de redes sociales lo saben: los contenidos más problemáticos suelen ser los que generan reacciones emocionales más intensas y en esa medida, los que más interacción generan.
Un reto muy desafiante para la comunidad de comunicadorxs de derechos humanos sería lograr -por ejemplo- memear con gracia sobre nuestra causa, sin abonar a ningún discurso de odio.

Rebrand: Políticamente incorrecto es el nuevo antisistema (o eso nos dicen)

Una de las cosas de las que se valen los grupos antiderechos es retomar la retórica de los grupos oprimidos que desafían a un sistema de poder.

https://twitter.com/Inesperado_mx/status/1186663422315773952

En una línea similar, también procuran proyectarse a sí mismos como personas comunes sin ningún tipo de poder o notoriedad, luchando contra un sistema que es indiferente.

https://twitter.com/Inesperado_mx/status/1191185431208939520

Cultivar una comunidad de convencidos que busca influir en otras audiencias

Esta película no sólo consiguió un acuerdo de distribución en las salas de cine de las principales ciudades del país, también armaron una estrategia para que la gente fuera a verla. Obviamente, la campaña empezó abrazando a los grupos de personas ya convencidas y organizaciones aliadas.

A partir de sus alianzas con grupos afines, la campaña de impacto se orientó a generar una estrategia de persuasión vinculada a la sostenibilidad económica («lleva a tu familia a ver esta película», “invita a tu amigo pro aborto a ver esta película que le cambiará la vida”) que, junto con las redes de organizaciones de base y la estrategia de movilización online-offline, facilitó la viabilidad financiera de la cinta, al asegurar la asistencia a su estreno y primeros días de exhibición.

Cabe mencionar que, en un inicio, su estrategia (#InesperadoChallenge) parecía encaminada a retar a personas con cierta visibilidad a aceptar el reto con la esperanza de montarse en ellos para hacerse más publicidad. Afortunadamente, nadie mordió el anzuelo ni les dió bola.

Al hacer que los públicos ya convencidos asumieran los costos de los boletos (y por lo tanto, de la película) lo siguiente fue tratar de invitar al público que no pagaría por los mismos, ya sean por indiferencia o por estar a favor del aborto legal, a verla. Independientemente de si aceptaban o no, el sólo hecho de hacer el reto es ya una provocación de interacción, y por lo tanto, de posible publicidad.

Y si además algunas personas efectivamente aceptaban el reto, así fuera que no cambiaran de opinión, ya habrían contribuido a la sostenibilidad económica la película. Una vez en números negros, la campaña de impacto puede ofrecer proyecciones gratuitas privadas, a petición.

https://twitter.com/Inesperado_mx/status/1196866991048388608

Al final, el verdadero reto para quienes buscamos un cambio en la sociedad es alejarnos de los polos y llegar a las audiencias no convencidas, aquella gente que está dispuesta a cambiar de opinión. Pero reforzar a nuestra base, ayuda.

Vocería y líderes de opinión: Eduardo Verástegui, el Diego Luna de los provida

 
 
 
 
 
View this post on Instagram
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Decidir que #quierolavida es decidir que todos tenemos derecho a ser, derecho a nacer, a desarrollar nuestro proyecto de vida personal y único. En #Tlaxcala dialogamos con el gobernador Marco Antonio Mena, a quien agradecemos su compromiso con la vida. La clave está en ayudar a todos sin dejar a nadie afuera. Queremos una sociedad plural e inclusiva, donde nadie es descartado y donde sepamos priorizar a los más vulnerables. El aborto no es solución. La solución es la contención, arropar a la mujer vulnerable, mejorar las leyes de adopción y establecer para todos los niños mexicanos planes de primera infancia hasta los primeros 1000 días de vida. #MovimientoVivaMéxico

A post shared by Eduardo Verástegui (@eduardoverastegui) on

Una manera muy efectiva de posicionar un tema social en públicos más allá de la burbuja de defensoras y defensores de derechos humanos es disponer de personas con cierta visibilidad mediática (especialmente si son personas jóvenes y consideradas atractivas) así como nexos sociales y políticos para que actúen como voceras que les permitan ampliar la discusión a espacios más populares y “legítimos”.
El equipo de Inesperado lo logró a gran escala con su vocero: el actor y director Eduardo Verástegui, quien se la pasó dando entrevistas a diestra y siniestra lo mismo en noticieros que programas maturinos segmentados para amas de casa.

Igualmente, su gira de entrevistas incluyó visitas de cabildeo con legisladoras y legisladores, así como gobernadores de diversas entidades y otros políticos. Si consideramos que a la mayoría de tomadorxs de decisión (especialmente cuando hablamos de cargos de elección popular) les interesa maximizar sus oportunidades de aparecer en medios y que se les identifique como parte de un movimiento con cierta base social, podemos entender que no falte quien quiera sumarse. Para la clase política, es publicidad fácil y gratis.

Construir una comunidad después de la campaña

Después de una marcha o una campaña, la labor de seguir construyendo comunidad por una causa no tiene por qué acabarse.

En este caso, la continuidad viene a través de esta línea de «ayuda» que promueven, que además de «atender» (coff coff, indoctrinar) a las mujeres que tengan sentimientos de culpa por haberse realizado un aborto, con facilidad podría volverse una fuente de datos con el sesgo ideal para justificar una conclusión ideologizada. Que no nos sorprenda si próximamente anuncian que tienen otros datos para acreditar el inexistente «síndrome post aborto».

https://twitter.com/Inesperado_mx/status/1204228465240637440

Por último, la comunicación entre Online – Offline

Toda la estrategia de la campaña de impacto de la película Inesperado se sostuvo gracias a una efectiva movilización de recursos tanto online como offline. Si bien una parte de su convocatoria ocurre a través de sus redes de organizaciones de base, no hay que perder de vista los guiños hacia las comunidades online que cada vez más intentan ganar.

Otros ejemplos de comunicación malvada: los vampiros del posicionamiento

Ok, sabemos que a lo mejor calificarla de entrada como «malvada» es una simplificación burda del problema. Pero nos gana el ánimo festivo de estos últimos días del año y queríamos reírnos un poco después de todo el cringe que implicó hacer este post.

Para nadie es secreto que las iniciativas antiderechos han estado copiando las tácticas, discursos y hasta el estilo gráfico de las causas en pro de los derechos humanos. Acá solamente enlistaremos algunos ejemplos notables.

La apropiación de símbolos ya posicionados: del pañuelo verde al pañuelo celeste

Luego, con la masiva popularización del pañuelo verde (inspirado en los pañuelos blancos de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo), contestaron (re?)lanzando un pañuelo celeste.

A propósito de esto último: supuestamente el pañuelo celeste tendría su antecedente en grupos evangélicos organizados a partir de la crisis económica argentina de 2001 y además de ser de color celeste (y no simplemente azul), por ser el color nacional argentino, habría tenido una cruz, para representar el carácter cristiano de quienes lo usaron para identificarse. Lo cierto es que su lanzamiento como lo conocemos ahora (con el logo de la campaña «Salvemos las dos vidas») fue en respuesta al pañuelo verde.

Del #NiUnaMenos al #NadieMenos

De hecho, el #NadieMenos (de ideología abiertamente antifeminista y contra el aborto legal) se convirtió en una comunidad en línea iniciada en Argentina en 2017 y al día de hoy ya sobrepasa el millón y medio de followers.

De «¡Cuidado! El machismo mata» a «¡Cuidado, la mujer también mata!»

Quizás hayas visto esta imagen antes. Es parte de la campaña «¡Cuidado! El machismo mata» creada por la Red Chilena Contra la Violencia hacia las Mujeres, con el fin de generar conciencia y contribuir en la erradicación de la violencia machista. La campaña tiene más de 10 años de existencia y cada año a partir de su lanzamiento en 2007, ha tenido actualizaciones.

Como puedes imaginar, también han habido intentos por apropiar y revertir esta campaña que ha logrado posicionarse a lo largo de los años. La manera de hacerlo es simple: retoman la gráfica y la infestan de una retórica emocional y con frecuencia llena de datos falsos para exponer a las mujeres como opresoras del género masculino.

El sitio que pone la imagen ya no está activo, pero lo estuvo alrededor del año 2016

De nuevo, hacen uso de una especie de parodización agresiva de las causas contra la violencia de género, con una narrativa que invierte la relación víctima-victimario y les enmarca como las verdaderas víctimas oprimidas.

Esta, por cierto, es una táctica tan común para difundir discursos de odio, que tiene su propio apartado en el manual Get The Trolls Out! de la ADL, que reseñamos junto con otros recursos en este post: Pistas para combatir la discriminación y el odio en línea.

Vampirismo memético: Las parodias a «Un violador en tu camino»

Para ser un vampiro del posicionamiento no hacen falta salidas tan elaboradas como una página web o una serie de gráficas parodiadas. A veces sólo basta colgarse de la tendencia del momento y volverla un meme que vacíe o invierta su significado.

Con todo y su métrica inexistente, el que haya sido compartido más de 25 mil veces es como para detenerse a pensar ¿por qué?

Por eso, otro reto para las personas que queremos comunicar en favor de los derechos humanos es tener en cuenta la replicabilidad (para bien y para mal) de nuestros contenidos. En todo caso, podemos anticipar estas reacciones de parodia y preparar respuestas u otras acciones para seguir marcando la tendencia y en lo posible no dejar un espacio vacío que pueda ser llenado por estos vampiros.

Conclusión

Por eso, el proponer esta categoría va más allá de un antipremio: es también una invitación a la autocrítica y a la reflexión ética de nuestra labor como comunicadorxs para el cambio social progresista, una invitación abierta a preguntarnos siempre: ¿qué están haciendo las organizaciones contrarias a los derechos humanos para comunicar efectivamente sus mensajes? ¿con qué audiencias no estamos logrando conectar? ¿qué podemos aprender de ello y cómo podemos darles la vuelta? 

Si este post les despertó una queja o alguna incomodidad, les invito a que nos echen un tuit o DM a @info_activismo