El uso de teléfonos inteligentes es cada día más común, y por ende, también lo es la posibilidad de tener comunicación con seres cercanos en tiempo real mediante el uso de aplicaciones de mensajería instantánea como Whatsapp. Pero hay un problema: ¿qué tan seguras son estas aplicaciones?
Muchos usuarios se hacen esta pregunta, a pesar de que usan las aplicaciones no por su seguridad, sino por el número de usuarios y amigos que ya la usan.
En términos de seguridad, Whatsapp tiene mucho trabajo que hacer… y, para muestra, lo sucedido este año. Whatsapp tuvo una serie de descalabros que volvieron a poner la duda sobre su seguridad en la mesa.
El primero de ellos fue cuando un par de chicos españoles presentaron una lista de vulnerabilidades en el servicio de Whatsapp, y dijeron cómo era posible leer las comunicaciones mediante sencillos trucos.
Pocos días después, los usuarios Android se encontraron con la sorpresa de que una aplicación externa podía leer las conversaciones mediante un archivo troyano que se instalaba al bajar un juego. Por si fuera poco, el servicio también sufrió una falla en la continuidad de los servidores, y millones de usuarios dejaron de recibir conversaciones durante varias horas.
Después de leer esto, probablemente quieres abandonar la aplicación y no volver a usarla… pero seamos sinceros: eso no va a pasar tan fácil. Por eso, ¿por qué no comenzar con una opción y un par de recomendaciones que te ayudarán a mejorar tu seguridad y la de tus amigos?
Una alternativa a Whatsapp puede ser KIK, una aplicación para mensajería instantánea que realiza una función adicional: protegerte.
Desde hace tiempo, KIK ya figuraba como una alternativa segura entre las aplicaciones de mensajería para móviles, y con los recientes acontecimientos de Whatsapp no desaprovechó la oportunidad de convencer a los usuarios de apostar por la seguridad.
La mayor diferencia entre ambas aplicaciones es el método de envío de los mensajes. A diferencia de whatsapp, KIK hace un proceso de cifrado desde el envío del mensaje, en vez de esperar hasta que el mensaje llegue al servidor, como lo hacen otras aplicaciones. Por lo tanto, el mensaje es secreto desde antes de presionar el botón “Enviar”.
Si definitivamente no puedes dejar Whatsapp por más que lo intentes, no dejes pasar un par de recomendaciones:
Siempre es posible bloquear a un usuario
Cuando eliminas a un contacto de tu lista de amigos, no evitas que te pueda seguir mandando mensajes… por mucho que desees que esto pase. Para hacerlo de manera efectiva, bloquea ese número mediante la opción “Contactos Bloqueados” que encuentras en el menú “Ajustes”. Si recibes un mensaje de un número desconocido puedes hacer lo mismo al presionar el número en la pantalla de chat y elegir la opción “Bloquear”.
“Última vez a las…”
Seguramente conoces esa frase y sabes que significa la última ocasión que un usuario estuvo conectado a la aplicación ya sea para escribir un mensaje, leer uno o solamente para actualizar sus chats.
Siempre debes preguntarte sobre qué tanto de ti deben conocer otras personas. Si deseas desaparecer esa leyenda, lo puedes hacer con las siguientes opciones: en Whatsapp ve al menú “Ajustes”, después a “Ajustes de chat” y en “Avanzado” puedes encontrar la última hora de línea.
Sé coherente
Un tema de la tecnología es que no te hace anónimo, y mucho menos te hace invisible. En redes sociales o aplicaciones no escribas, mandes o digas nada que no compartirías en persona.
Tener en la mente una frase así probablemente te hará recordar que todo lo que subas o mandes por algún medio similar puede ser replicado o compartido miles de veces entre usuarios, y no puedes tener control sobre esa información.
Ahora ya tienes las herramientas y los consejos, pero recuerda que la seguridad es de todxs; así que comparte la información.
Fotografías: spy-whatsapp-messages por Sam Azgor Flickr Creative Commons Logo KIK