Si tu línea de trabajo son los derechos humanos, el medio ambiente, la ciudadanía participativa o todo lo anterior, seguramente en algún momento has tenido que lidiar con la frustración de que a la gente pareciera no importarle nada del tema que quieres comunicarle. Pareciera que la pregunta fundamental de toda persona es: ¿qué puedo hacer para que a más gente le interese y se una a mi causa? No hay respuestas fáciles. Sabemos que hay dificultades cuyo remedio no está dentro de nuestras posibilidades inmediatas. Pero hay algunas cosas que pueden dificultarnos aún más el poder comunicar de manera efectiva aquello que nos importa. Estas dificultades o fricciones en el proceso de comunicación no siempre son atribuibles a las demás personas sino a nuestras propias acciones comunicativas ;(
En este post queremos compartir algunos errores de comunicación que hemos visto que son comunes entre activistas y organizaciones. Y claro, también proponemos algunas sugerencias que pueden ayudarte a mejorar la comunicación de tu causa.
Errores comunes en la comunicación de activistas y organizaciones
Esta lista se trata de ubicar algunas cosas que hacen más difícil que nuestra comunicación llegue a las personas que queremos. Teniendo claro cuáles son estos errores, será más fácil ir adaptándonos a formas más efectivas.
1. No dosificar la información
Uno de los errores que se cometen con mayor frecuencia, especialmente entre algunas organizaciones y colectivos de base, es el de no considerar que estamos luchando por conseguir algo que cada vez es más difícil de obtener: la atención de las personas.
Vivimos cada vez más en medio de una saturación informativa. Mientras más información presentemos a nuestra audiencia, más tiempo de atención es necesario para decodificarla y entenderla. Y esto empeora cuando además, la información está apretada en un formato pequeño. No podemos asumir que nuestras audiencias tienen todo el tiempo del mundo para hacernos caso. Necesitamos facilitarles el recibir el mensaje que queremos darles. Saturar de información un formato generará una fricción que puede disuadir a las personas de querer interesarse desde el primer segundo.
Algunos ejemplos comunes de este tipo de error:
*Los volantes con puro texto
*Las ecards y memes saturados de texto
*Los comunicados de prensa demasiado extensos
*Los videos demasiado largos
La saturación de información varía según cada formato, pero en general es algo que se siente. Si tienes dudas sobre si estás saturando, puedes hacer pruebas para ver cuánta de tu audiencia consume en su totalidad la información que le estás ofreciendo.
2. No jerarquizar la información
Va muy ligado con el primer error, pero no es exactamente lo mismo. Supongamos que has logrado un primer contacto y has logrado retener momentáneamente la atención de tu audiencia. Una fricción que puede surgir en este punto es que al comunicar no logres hacer que tu audiencia identifique cuál es el mensaje más importante que estás queriendo transmitirles.
Por eso es muy importante establecer una relación clara, donde aparte de narrar dentro de cierto horizonte temporal (pues parece que nuestro cerebro procesa mejor las historias) proporciones una estructura más o menos jerárquica de la información, para que las personas puedan hacer relaciones entre la misma y tener una mejor comprensión del tema o problema que les presentas.
Algunos ejemplos comunes de este tipo de error:
*Campañas con demasiados objetivos y mensajes clave
*Información sin narrativa, con puros datos sin una relación clara
*Textos donde “todo es igual de importante”.
3. Usar un lenguaje demasiado técnico o complejo
Otro error común de muchas organizaciones es que sus comunicados y mensajes que intentan llegar a nuevos públicos, en lugar de estar dirigido a audiencias a las que apenas quieres empezar a hablarles y que aún no conocen lo suficiente del tema.
Algunos ejemplos comunes de este tipo de error:
*Comunicados que parecen el copia pega de un escrito para presentar en un juzgado
*Usar abreviaciones desconocidas para tu audiencia, asumiendo que ya saben a lo que te refieres.
*Infografías y visualizaciones que parecen arte contemporáneo en lugar de un formato amigable para comprender la relación entre unos datos y otros.
4. Usar un tono regañón, farsante o condescendiente
Regañar a la gente por no sumarse a tu causa es un error con un potencial catastrófico, ya que no sólo evitará que más gente se sume a favor de tu causa, sino que en el peor de los escenarios, podría provocar justamente lo contrario: que quienes eran relativamente indiferentes se sumen a las filas de tu oposición.
Las personas podemos ser muy susceptibles al tono en el que nos presentan una información, especialmente si es con la expectativa de un posicionamiento moral contundente e inmediato. Probablemente eso nos haría sentir juzgadas y acorraladas. Por otro lado, sabemos que mantener un tono siempre manso, amigable y didáctico es una exigencia injusta especialmente para grupos oprimidos, a quienes los mismos grupos que los oprimen les suelen exigir que los eduquen con “buenos modos”. Es terriblemente agotador.
Lo cierto es que informar y sensibilizar a la gente sobre ciertos temas sigue siendo súper necesario para incidir en sus percepciones y actitudes. Por eso el tono adquiere una consideración estratégica, en función de a qué audiencias queremos dirigirnos. No es lo mismo hablarle a alguien que no tiene postura, que a alguien que ya está en nuestro círculo de personas aliadas, que hablar con alguien que sostiene una postura opuesta. La información, el tono y los formatos tendrían que responder a los distintos objetivos de cambio para cada audiencia.
Dentro del delicado trabajo que es desarrollar un tono, también es frecuente ver que hay campañas o proyectos que tienen un tono que suena falso, impostado y poco auténtico, por lo que realmente no logran “conectar” con su audiencia.
Algunos ejemplos comunes de este tipo de error:
*Las campañas chavorrucas, dirigidas a jóvenes pero con el tono de un señor que pretende ser joven.
*Las campañas que buscan sumar aliados a través de chantajes emocionales torpes
5. Mezclar objetivos, audiencias, mensajes y tono sobre la marcha
Relacionado con el error anterior, está el problema de la pérdida de consistencia entre los objetivos, audiencias, mensajes y tono. En algunas ocasiones ocurre que por diferentes situaciones de la vida institucional, las campañas o esfuerzos comunicativos que originalmente estaban diseñados para ciertos públicos, terminan cediendo a exigencias internas o externas que trastocan su diseño inicial.
Esto es muy problemático a nivel comunicacional, pues es como querer hacer un pastel cuando inicialmente habíamos planeado hacer una gelatina: es poco probable que el resultado se ajuste a lo que queríamos. Lo mejor es evitar los cambios de objetivos y audiencias clave sobre la marcha. En el caso de que sea inevitable por situaciones ajenas a las personas encargadas de la comunicación, una forma de evitar que este error impacte aún más es procurar haya una documentación del proceso de planeación, para que en caso de duda o confusión sobre la estrategia, sus objetivos, su segmentación de audiencias o lo que sea, haya un documento donde se haya registrado el avance previo. De este modo, es más fácil retomar el camino y rediseñar de la manera menos dolorosa posible.
Algunos ejemplos comunes de este tipo de error:
*Campañas que son diseñadas por un equipo y ejecutadas e implementadas. por otro totalmente diferente que no estuvo involucrado en el proceso de planeación
6. Hacer siempre lo mismo, no probar nada nuevo
Este es también un error muy común, que si bien no es necesariamente catastrófico, puede que nos haga incurrir en el vicio del hacer por hacer, del dejar la creatividad de lado para simplemente cumplir con la necesidad de comunicación inmediata: la presentación de un informe, la redacción de un comunicado, o la organización de una rueda de prensa. Si bien, en muchos casos sabemos que el tiempo y recursos para estas tareas puede no ser lo ideal, creemos que dejar de plantearnos la pregunta sobre cómo podemos hacer las cosas de una manera más efectiva puede hacer más difícil que nuestra comunicación destaque entre el mar de información del que hablábamos al principio.
Algunos ejemplos comunes de este tipo de error:
*Ruedas de prensa aburridas, con el mismo formato de siempre
*Presentaciones de informes demasiado tradicionales
Si este post te pareció útil, tienes dudas sobre cómo saber si estás incurriendo en estos errores o quieres saber cómo evitarlos, ¡déjanos un comentario!
Trackbacks/Pingbacks